El post en el que hablé de mis "22 reglas de negocio" ha tenido un huevo de repercusión.
Gracias, camarada.
Si no lo has leído, te recomiendo que lo hagas cuando puedas.
Especialmente, si no puedes/quieres contratarme como tu "socio temporal que sabe de negocio y que no mete mano en la caja ni en el porcentaje".
Son algunos de mis principios inamovibles, y sé que te pueden ser de mucha ayuda, y no tienes que pagarme por leerlos.
Dicho esto:
Aquí tienes una lista parecida, un poco más aburrida que la de las 22 reglas.
Esta te interesará solo si diriges un departamento de una empresa que no es la tuya, y en algún momento has pensando en contratarme como tu entrenador, coach ejecutivo, o como lo quieras llamar.
Mañana escribiré otra como esta, pero dirigda a dueños de negocio.
(Empiezo con casos de directivos, que yo fui uno, y le tengo mucho cariño al rol)
Vamos allá.
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Situaciones en las que tener a alguien como yo en tu bando puede darte más productividad, tranquilidad y dinero, si diriges el departamento de una empresa, o vas a hacerlo pronto:
- Acabas de llegar a un nuevo puesto, tu empresa no quiere, puede, o tú no quieres pedir que te paguen un entrenador, pero sabes que necesitas a alguien con experiencia para asumir la responsabilidad rápido, antes de que alguien empiece a preguntarse qué haces ahí y te cambien por otra persona.
- Estás en tu puesto habitual, pero hay nuevas contrataciones en tu departamento, y te hueles que a alguna de ellas la están preparando para que asuma tu rol, y quieres volver a desempeñarte igual de bien como lo hacías antes para conservar tu estatus y posición.
- Sabes que va a liberarse un puesto superior al que ocupas, y solo tienes esta oportunidad para "ponerte las pilas" por tu cuenta en unos meses, para que te tengan en cuenta para el ascenso y la subida de sueldo correspondiente.
- Algunos subordinados complicados, o directivos de otros departamentos de la empresa, te ningunean o te dejan en evidencia constantemente, y quieres contar con alguien a quien contarle lo que ocurre, y que te dé algunas guías sobre cómo resolver la situación y volver a sentir que tienes el control y el respeto de tus compañeros.
- Estás absolutamente convencido de que deberías estar ganando más dinero en tu puesto, pero no sabes cómo pedir ese aumento, ni qué decir en el caso de que te reúnas con tu jefe a hablar del tema, y el tiempo sigue pasando y pasando sin que se te pague como mereces.
- Te gustaría invertir más en tu formación, y tienes dinero para hacerlo, pero no sabes qué plan de carrera crear para ti mismo porque hay demasiadas universidades, escuelas de negocio, programas... demasiado de todo, y te gustaría tener a alguien imparcial en tu equipo que te aconsejara sobre qué camino seguir para llegar al puesto ideal que ya tienes en mente.
- Por alguna razón, has bajado tu productividad a mínimos históricos, y quieres volver a ser quien eras antes: alguien decidido, seguro de sí mismo, "una máquina", que disfruta del trabajo y de lo que aporta en su organización.
- Tu familia está afectada porque pasas demasiadas horas trabajando, o viajando por trabajo, y estás tan absorbido por el curro que no tienes fuerzas, energías, ni sabes cómo recuperar tu tiempo, y las ganas de crear planes y pasar tiempo con ellos.
- Como eres una persona clave en tu empresa, te han sacado de un departamento secundario y te han puesto, o te van a poner, a los mandos de Comercial, Negocio, o su equivalente, y sabes que, aunque eres buen directivo, hay algunas cosas de la parte de números y ventas que no controlas, y te preocupa decepcionar a quien te da la oportunidad de demostrar que puedes hacerlo bien.
- Sabes que tu tiempo en esa empresa ha terminado, pero sigues dentro porque, aunque has mirado otras ofertas, el día a día te atrapa, y al final dejas eso de mirar cómo irte a un lugar mejor de lado, pero te gustaría encontrar la manera de ser constante en tu búsqueda, y tener apoyo cuando estés listo para dar el paso.
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Ni te imaginas la de imágenes que me han venido a la cabeza mientras escribía lo de arriba.
Qué jodidas son muchas de esas sensaciones.
Si diriges un área de una empresa, y te has visto reflejado en algo de arriba, seguramente leer mi newsletter diaria te dará alguna idea para mejorar en tu puesto.
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