El piropo más extraño que me ha lanzado un miembro de Masteryweeks:
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"Felicidades, San David.
Patrón de los emprendedores y guía de las almas perdidas"
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(Lo de “San” viene porque en realidad este mensaje es una felicitación por mi santo, que se celebra cada año el día 29 de diciembre)
Me hace gracia que las personas que trabajan conmigo tengan esta imagen de “ente suprahumano" al pensar en cuál ha sido la repercusión de lo que hago en sus vidas.
Especialemente porque aquí, tu humilde servidor, es completamente consciente de que nadie santificará su alma una vez que haya abandonado este planeta para no volver a él…
Estoy tan lejos de ser “San Loquesea” como lo está el emprendedor medio de aceptar que esto del emprendimiento no es tan “top” como se lo pintaron antes de empezar.
(¡¿Y la música de violines, y la banda sonora épica tronando a mis espaldas según avanzo para conquistar mis sueño?!?)
Es más difícil que el vicario de Cristo me otorge, tras mi muerte y por decreto, la santidad, que hacerle entender al dueño de un negocio que sigue pensando que es un “hombre hecho a sí mismo” que no lo es; que se ha nutrido de otros por el camino, y que si quiere crecer tendrá que seguir haciéndolo…
Ay, qué dura es la posvida de quien sabe que podría ayudarles, pero no quieren escuchar y no se dejan…
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