Algo que he contado alguna vez de refilón:

Cada semana sueño con el cuartel.

Es una locura.

Por si no lo sabes, aunque creo que ya te sonará porque siempre meto con calzador alguna historia de la mili en cuanto me dan oportunidad de hacerlo, pasé 11 años de mi vida sirviendo en Infantería de Marina. “Los marines españoles”, como nos llaman en algunos sitios. Entré con 18 y me marché con 29. Y, no sé por qué, no sé qué me habrán hecho en la cabeza, pero no pasa una semana, 10 días como mucho, sin que tenga “uno de esos sueños” en los que vuelvo a ser militar por un rato, imaginando situaciones ficticias (o no tanto) y pasando la noche corriendo de un lado para otro.

Lo más curioso:

Casi todos esos sueños son “pesadillas”.

A lo mejor esa no es la palabra, porque miedo, miedo, no me dan esos sueños castrenses.

Pero la verdad es que en la gran mayoría de mis aventuras oníricas relacionadas con el Ejército, estoy agobiado, puteado, o algo está pasando en ese sueño que me jode la noche.

Es decir:

No sueño con aquella vez en la que me condecoraron, o cuando estuve con algunos de mis mejores amigos en esa misión…

…sino que me paso medio sueño buscando mi casco porque se ve que lo he perdido, o planchando mi uniforme a contrarreloj porque no llego a formación a tiempo, o buscando el fusil de mi binomio porque el tío petardo lo dejó apoyado en un árbol y ahora vete a saber donde carajo está.

No soy el único, no creas.

Tengo otros colegas que también pudieron escapar de manera más o menos digna de la machacadora de carne humana que es Infantería, y casi todos suelen tener sueños de este estilo de vez en cuando.

Es curioso:

Tuvieron mi cuerpo durante más de una década.

Pero pinta que tendrán mi mente hasta que me marche de este mundo.

¿Por qué será esto?

¿Habré dejado algo pendiente, estaré asustado por si me vuelven a llamar a filas y no recuerdo cómo se desfila, cómo se desmonta el fusil, cómo se monta la tienda de campaña?

A saber.

Lo único que sé es que, ni servir de nuevo en las FAS, ni ponerme un uniforme de nuevo, está en mis planes.

Y no está en mis planes, porque no está en mis objetivos.

Mis objetivos desde hoy hasta dentro de 10 años.

Que los tengo, y los tengo a buen recaudo.

Como tendrás tú los tuyos si vienes al seminario con el que arranca Masteryweeks, porque todo el evento se centra en que decidas qué quieres conseguir desde hoy hasta dentro de 10 años, y que salgas de allí con las cosas claras y los primeros pasos ya marcados.

Si no te das esta oportunidad de desbloquear lo que tengas pendiente, por 90€, de verdad que no sé cómo puedo ayudarte…

Para la info completa, puedes suscribirte a mi newsletter diaria abajo y te cuento más.