Como ya sabes, gran parte de mi vida adulta la pasé metido en un cuartel, sirviendo como tropa en la Gloriosa Infantería de Marina Española.


Las razones por las que me alisté cuando tenía 18 años son muchas.

Una de ellas:

Pasé toda la adolescencia consumiendo contenido militar: películas bélicas, revistas de aviones y carros de combate, documentales sobre diferentes conflictos armados, colecciones de soldados de plomo, videojuegos de pegar tiros…


(No hay tradición militar en mi familia.

De hecho, la mayor parte de mi entorno esperaba, por aquel entonces, que fuera a la universidad a sacarme una carrera.

Pero estaba tan convencido de que “cuando sea mayor, seré soldado”, que a los dos días de cumplir la mayoría de edad, fui al cuartel más cercano y me alisté


…Ahí tienes un ejemplo del poder de “conversión” que puede tener en alguien el contenido como el que tú mismo puedes producir.)


Hubo una película que me pilló de pequeño y que solo recuerdo a trozos.

Pero aún me acuerdo del impacto que tuvo en mi vida cuando llegué a ella.

Especialmente,

Una escena, en la que los protagonistas de la historia se acercan a una base militar a decidir en qué Ejército, de los tres disponibles, se alistarán.


La película es “Starship Troopers”.

(Ha envejecido regular, aviso)

Y en la escena de la que te hablo, en la de los tres protas decidiendo su destino dentro de las Fuerzas Armadas de ese universo “Humanos VS Insectos-Espaciales”, aparece un reclutador, un sargento si no recuerdo mal, sentado en un escritorio en el que atiende a los futuros reclutas…

…Al que le faltan los dos brazos, y las dos piernas.


Si no recuerdo mal (han pasado más de 15 años desde la última vez que me senté a ver esta obra de arte del cine B), cuando uno de los protas, el prota-prota, el guaperas rubio en quien se centra la acción, decide su destino como militar, se revela el porqué de que ese suboficial haya perdido sus miembros.

Lo explica él mismo, alegrándose de que el muchacho haya elegido el Cuerpo operativo en el que él sirvió:

“Enhorabuena: La Infantería Móvil hizo de mí el hombre que soy hoy en día”


(Él se refería al caracter, posiblemente…

…Pero la cámara enfoca a su cuerpo mutilado, para que quede bien claro de dónde se trajo esas “heridas”)


El rubio guapo piensa en lo que acaba de escuchar y en lo que a él mismo le afecta.

Pero, aún así, termina en Infantería Móvil, pegando tiros en un planeta habitado únicamente por alienígenas con forma de cucarachas gigantes, pasadas de esteroides.



Está bien, sé que es una película de ficción.

Pero estoy seguro de que conoces a más de una persona en la vida real a la que no solamente no le importa en absoluto haber sufrido una desgracia como la del ejemplo (perder brazos y piernas), sino que, además, siente cierto orgullo, cierta satisfacción de que tal incidente haya marcado su vida para siempre.


¿Cómo es posible?

Fácil:

Es por el Significado.


Es una cuestión de Visión.

Ayer lo comentaba en privado con una miembro de Masteryweeks:


"Me imagino el mundo, mi propia vida, como una colisión constante de Visiones.

Visiones que compiten una contra otra tratando de monopolizar mi mente.


No me refiero a Visiones paranormales, ni nada del estilo…

Sino Visiones en el sentido de “futuros posibles”, de resultados potenciales.


Mi misión principal como dueño de mi negocio es proteger la Visión que me muestra que Masteryweeks tendrá éxito y se convertirá en lo que tengo previsto,

Mientras ignoro, todo lo posible, la Visión que me cuenta que ese mismo proyecto fracasará y que habré tirado 3-5 años de mi vida a la basura en los que podría haber hecho otra cosa, vivido mejor (o, al menos, de manera menos incierta) como asalariado…"


El resumen de esto es que la Visión que vence en este pulso en el mundo de tus creencias, dirige tus decisiones, tus acciones, y todo lo demás.


El soldado mutilado convertido en reclutador era feliz, pese a su evidente desgracia, porque para él aquel desastre había sido un regalo del Cielo; un tributo que había pagado con gusto para poder llevar en su cuerpo (o en la falta de él) las marcas de su compromiso por la Unidad que amaba.


Su Visión de sí mismo como "héroe de la Infantería" era más poderosa que la de “pobre inválido”.

De ahí su sonrisa.


¿Qué puedes aprender tú de todo esto?

Primero, que los hombres de verdad hemos servido en Infantería ;)


Segundo, y ahora algo más en serio, que no importa tanto lo que ocurra, como el Significado que le des a eso que ha ocurrido.

Y que, si quieres conseguir algo en este mundo, debes tratar de cuidar todo lo que puedas, con todo tu corazón, con toda tu mente y con toda tu alma, la Visión que te llevará a lograr eso que quieres tener o ser.


Existe una guerra dentro de tu cabeza, y tienes que elegir el bando.

Por un lado, las Visiones que te imponen, o que has heredado, o que se supone que deberías defender.

Por otro, las tuyas; las que realmente tienen que ver contigo, con tu Misión, con lo que has venido a hacer en esta Tierra…


Como siempre, el primer paso es tener claro el Objetivo, la Visión, lo que quieres lograr…

El siguiente movimiento debe ser encontrar un Método, crear un sistema, que te ayude a avanzar hacia allí de la mejor manera que puedas.

(Sin desviarte, sin quemarte, sin dispersarte, sin sufrir más de lo estrictamente necesario…)


Sé que no es el mejor momento para ofrecerte algo como esto, porque estamos en fin de semana y lo más probable es que no te apetezca hablar de trabajo.


Pero si tienes una Visión medianamente clara, o la tienes “medio dibujada” en tu cabeza y sabes que si empiezas a caminar hacia ella irá materializándose (en tu mente y en tu mundo tangible),

He abierto espacios en mi agenda para trabajar contigo en 1-1 en dos sesiones de “coaching ejecutivo” con las que puedes marcar la base de partida, establecer el camino que debes seguir y asegurarte de que no te desvías, desmotivas o abandonas.


Es la manera perfecta de empezar a trabajar conmigo sin invertir mucho dinero.

(Otros servicios de este estilo que ofrezco son 6 veces más caros, porque requieren más tiempo y compromiso tanto por mi parte como por la tuya)


Esto puede permitírselo prácticamente cualquier persona que tenga un ingreso mensual recurrente “normal”.

Aunque no le funcionará a todo el mundo:

Necesitas esa Visión, necesitas saber qué quieres.

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