Hace un par de días quedé con un amigo del cuartel que hacía tiempo que no veía y que ahora vive fuera de la isla.

(Diría que serví con él unos 8-9 años, antes de que decidiera dejar aquello y buscarme la vida por otro lado)


Me encantó el rato.
 

Se me hizo corto, porque habíamos quedado para desayunar y tuve que marcharme pronto para meterme en un par de reuniones que tenía agendadas durante esa mañana.

Así que eso:

Fue bastante corto el tiempo, pero me gustó salir un rato de la burbuja del trabajo y ponerme al día con uno de “los marines”.


Hablamos de lo típico:

Lo que está haciendo él ahora, y lo que estoy haciendo yo.
 

Cuando llegó mi momento, me acuerdo de que terminamos hablando de cierto “emprendedor famoso” y del dinero que tenía y del que presumía en redes sociales.

Resulta que de quien hablábamos vende una mentoría en grupo que cuesta bastante pasta al mes para cualquier emprendedor medio que esté empezando y que aún no tenga ingresos recurrentes.

Unos 300€/mes, o algo así…

…creo.


La cosa es que, mientras hablábamos de este tipo, solté:
 

“Es normal que cobre lo que cobra…

…porque algo que nos pasa a todos los emprendedores,

Es que estamos constantemente buscando cómo subir el siguiente escalón.


Cuando no facturas nada, tu obsesión es facturar algo.

Cuando facturas algo, que ese algo te de de comer.
 

Cuando te da de comer, que te permita recuperar la calidad de vida que tenías antes.

Cuando te da algo similar a eso, que produzca el suficiente dinero como para “probar cosas nuevas”

(Tener un equipo, lanzar publicidad, contratar a alguien que automatice procesos, cambiar el branding)


La cosa es que el emprendedor SIEMPRE está metido en líos.

Y eso no es malo.

Mala es la cantidad ingente de dinero que desperdicia tratando de encontrar el camino correcto para hacer lo que quiere…


Porque, como “Emprendimiento” no es una carrera que se enseñe en una Uni, sino que es una disciplina que tienes que aprender a base de prueba-error,

El emprendedor aprende, básicamente, c*gándola.

Y cada una de esas c*gadas cuesta pasta…
 

Pasta que pierde,

Y que no puede llevar a su casa.


Así que es normal que si alguien sabe cuál es el siguiente paso que ese emprendedor perdido está buscando…

(Aquí vuelvo a hablar del tío de la mentoría)

…Es normal que pueda ponerle el precio que le de la gana y que la gente compre.


Porque muchos de nosotros hemos aprendido a base de palos esta gran verdad:

Vale más pagar por que alguien te enseñe el mapa,

Que gastarte todo lo que tienes tratando de dibujarlo tú sin haber pisado ese terreno antes, y sin tener la más mínima garantía de que lo estás hacerlo bien.”


Así que diré esto:

Pagar por una guía es clave.


Pero atento a esto otro:

Aunque para que el consejo de un mentor te sirva, primero tienes que tener realmente claro cuál es el camino que quieres recorrer.


Esto no es pagarle X miles de euros a alguien y que todo se solucione.


De hecho,

Conozco a unos cuantos emprendedores que tiraron a la basura cantidades de dinero que rondan entre los 8 y los 15 mil € por una mentoría que no les sirvió para nada porque no sabían si esa era la industria/nicho/especialidad en la que debían estar.

(Y la gran mayoría de ellos, por no decir todos, o no facturaban nada con su proyectos, o lo que facturaban no les daba para prácticamente nada…

…Así que se metieron en un gran problema al contratar ese servicio acompañamiento)


Si tienes claro qué quieres, cuáles son tus motivaciones, en qué eres bueno, a qué te quieres dedicar y a qué tipo de cliente quieres servir.

Contratar a un mentor que te enseñe el camino te puede servir.
 

Pero si no tienes claro, absolutamente claro, lo de arriba, lo más probable es que tires el dinero y que termines en una situación mucho peor que en la que empezaste.

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