En mis pocas, pero especialmente intensas, 35 primaveras he conocido a muuucha gente.


Para que te hagas una idea:

- Con 18 años, me alisté en Infantería de Marina y me marché de casa a saltar por España de cuartel en cuartel, de maniobra en maniobra, y de país en país, durante 11 años y traté, desde el día 1, con tíos (y alguna tía) venidos de cualquier rincón que te puedas imaginar del país, y provenientes de todas las esferas sociales y culturales habidas y por haber.


(Es más, y esto es algo que no suele saber la gente:

Cuando me alisté en 2006, como aún nadie tenía ni idea de lo que se nos venía encima en el 2008 con el tema de la burbuja inmobiliaria y tal,

Muy pocos españoles querían alistarse en el Ejército.


Algo lógico, si lo piensas, porque recuerdo peones de albañil marcándose 3.000€/mes en negro, y salvajadas similares, por cargar bloques y fumar canutos en una de las millones de obras que se promovían por aquella época.


¿Quiénes se alistaban, entonces?

¿Qué tipo de gente se metía a arrastrarse por el suelo, a llenarse de mierrda con un fusil en las manos, a cambio de 900€ cada 30 días?


Unos cuantos balas perdidas con sangre patria, como yo, que no sabían qué hacer con sus miserables vidas.

Y cientos, si no miles, de buscavidas extranjeros latinoamericanos a los que les daban la nacionalidad española después de 3 años de servicio en las FAS.


En mi promoción al alistarme, éramos alrededor de 250 españoles, y otros 250 latinos, número arriba, número abajo, que venían de sitios como Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador…

Olé ellos, 

Porque vinieron a llevarse palos a cambio de un DNI cuando aquí la peña te miraba por encima del hombro por ser soldado, aunque ellos fueran los empleadillos cuya función principal era encender las fotocopiadoras de sus respectivas empresas por las mañanas.


En fin:

Te cuento esto por culturilla, y para que entiendas que por aquella época me relacioné con gente venida de sitios inersperados, cada día, por el mero hecho de que una parte nada desdeñable del mundo hispanohablante terminaba en un patio de armas de uno de nuestros cuarteles, y yo estaba en uno de ellos…)


- Después de aquello, marché de allí y me metí a comercial, así que me pasé los siguientes 5 años hablando con decenas de personas cada día (por teléfono, por videollamada, por Linkedin, en sus oficinas, en aeropuertos porque no teníamos oficinas o porque no había tiempo, en restaurantes, en salones de hotel, en cafeterías, en coworkings…) con las que trataba de hacer negocios que iban desde unos cuantos cientos de euros al año, a acuerdos transoceánicos que involucraba a equipos de dos continentes.


Y tras eso,


- Decidí emprender y dedicarme al desarrollo personal, y me pasé los primeros 15 meses como autónomo, además dando clase como profesor en MBAs y escuelas de negocio que admiten a cientos de alumnos cada año y apuntándome a todas las charlas, podcasts, y eventos que se me metieran por delante, aprendiendo coaching en USA (online) en clases prácticamente diarias por videollamada con gente de todo el planeta, que se unían a esas formaciones desde sitios tan alucinantes como Japón, Mongolia, Corea del Sur, India, o Irán.


Y a lo que he explicado arriba, le sumo que soy el típico tío con quien la gente suele empatizar mucho, y al que, por alguna extraña razón que aún desconozco, las personas se suelen acercar para contarle sus cosas y pedirle consejo; así que habría que sumar a lo de antes que constantemente conozco personas “en orgánico”; porque se acercan a mí, y me hablan.


Bien.

Con esto que acabo de contar, creo que me atrevo a decir en público que he conocido y conozco a un huevo de gente.


Pues con todo esto, 

Creo que no conozco a nadie, a absolutamente nadie, tan obsesionado con generar ingresos pasivos como mi amigo Eladio.


No te voy a contar todo lo que este cabronazzo ha hecho en su vida profesional porque no da un blog para hacerlo.


Pero te puedo decir que este miembro de Masteryweeks,

(Cuyo equipo se llevó el título de “Year Masters” por ser el más productivo del año, y no creo que sea casualidad) 

Profesionalmente vive y respira por y para ganar cada vez más dinero en piloto automático.


Alguna vez he hablado sobre esto con él, lógicamente.

(Tengo un negocio, es normal que quiera ganar todo el dinero que pueda)

Y su conclusión, según lo que me dice después de haberse pegado toda la vida embarcado en esta santa misión de aprender a ganar dinero trabajando lo menos posible,

Es esta:


“Si quieres ganar ingresos pasivos a mansalva, sin freno, ni límites, tienes que tener tu propio curso online”


Es de estas personas que predican con el ejemplo:

El mismo es instructor de Linkedin Learning (los profes oficiales de los cursos de Linkedin) y tiene decenas de cursos por ahí que, obviamente, le meten dinero en la cuenta mientras él está por ahí haciendo otras cosas.

(Creando más cursos para ganar aún más dinero, me imagino…

…O es lo que yo haría, vamos)


Te cuento esto porque Eladio Mendoza, mi colega y campeón de la temporada 2023 en Masteryweeks, tiene una newsletter en la que enseña a sus lectores cómo crear cursos online rentables, de esos que te sacan de pobre o, al menos, te dan un buen dinero con el que dejar de estar pensando constantemente en que te falta pasta.


Y, como te aprecio, vengo a decirte que creo que ya deberías estar dentro, leyendo sus emails.


Yo estoy suscrito también, claro.

Tengo poco tiempo para leer, pero sus correos siempre los leo.


Primero, porque es gratis y no me cuesta nada estar dentro ni aprender de lo que cuenta.

Segundo, porque no conozco a nadie que haga tan bien lo que él hace, y me gusta rodearme todo lo que puedo de quienes son maestros en sus propias disciplinas.

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