De los 18 a los 23 fui un ruina de tío que te cagas.

(Ahora tengo 35)

Tiene pinta de que si pongo por escrito aquí algunas de mis “hazañas” de entonces, en unos años me arrepentiré de haberlo hecho.

Contaré poco.

Recuerdo que llegué a pensar que no llegaría a cumplir los 30.

Para que te hagas una idea, un colega de entonces me regaló un cómic que, según me dijo, me recordaba a mí:

“Criminal”

Infumable, intenté leerlo.

Nunca fui mala persona, creo que tengo buen corazón.

No vengo de una familia desestructurada, ni de un barrio marginal, ni mis padres tenían problemas de adicciones cuando yo era pequeño, ni encuentro ninguna razón lógica por que me diera por hacer todo lo que hice. Por meterme en problemas que me llevaron a terminar varias veces esposado y sentado en un coche patrulla, molido a palos por la policía (aún tengo marcas en mi brazo izquierdo de una de estas), o corriendo delante de un “guindilla” de la península mientras me quitaba la chaqueta de encima para “despistar” con la de abajo, y tiraba donde podía lo que llevaba en los bolsillos.

De película.

Ahora miro hacia atrás y pienso:

“Esa es la vida de otro tío”

Y debe serla, no me jodas.

Por suerte, nada de eso me ha pasado factura.

Al menos, de manera consciente.

Fue cuando cumplí esos 23-24 años cuando me di cuenta de que necesitaba cambiar.

Nunca te creerás qué me hizo darle un giro a todo:

Empezar a ahorrar.

Como te imaginarás si has leído lo de arriba, o si has vivido episodios digamos, movidos, como esos de los que te hablo, seguramente no te sorprenderá que te diga que en aquel momento, en la primera parte de mi vida adulta, prácticamente nunca tenía un duro encima. Me lo gastaba todo. Todo, en lo que no debía gastármelo. Cobraba el día 28 de cada mes y yo creo que ya el día 15 no tenía nada en la cartera, ni en el banco. Sobrevivía como podía esos últimos 15 días. Cenando en casas de otras personas, o en el cuartel. Es una locura que me venga esto ahora a la cabeza, pero recuerdo que había momentos que, teniendo un sueldo de unos 1000€/mes, pasaba entre 3-4 días sin comer. Esto fue más con 19 que con 23. Pero a los 23 ya estaba harto, quemado, destruído mentalmente…

Y necesitaba 5.000€

Los quería, los necesitaba, porque tenía que operarme de la miopía si quería que no me echaran del cuartel en la siguiente “renovación”.

Tenía unos 5-6 meses para hacerlo, para conseguir el dinero suficiente para que no me echaran del Ejército por cuatro-ojos, porque la miopía me había subido demasiado.

Tenía 0€

Así que hice lo único que se me ocurrió:

Buscar libros de finanzas personales y leérmelos a saco, como si me fuera la vida en ello.

(La vida no, pero el sueldo, mi modo de mantenerme independiente, y el seguir perteneciendo a la Unidad en la que estaba, sí dependía de que aprendiera a relajarme y a no dilapidar dinero por segundos)

Empecé con los clásicos:

- El hombre más rico de Babilonia

- Padre rico, Padre pobre

- Piense y hágase rico…

Y te puedo decir algo:

Mientras buceaba en todo aquello, y tenía como objetivo ahorrar +500€ cada mes (un 50% de lo que ganaba, más o menos), prácticamente sin darme cuenta, todo empezó a cambiar.

Sin apenas enterarme, había dejado de beber.

(Esto bajo mi nivel de “runisimo” a niveles desconocidos para mi yo de entonces)

Dejé de salir de fiesta.

Poco después de todo aquello, dejé de fumar.

Empecé a comer mejor, porque el único “ocio” que me permití en esos meses era entrenar en el gimnasio del cuartel con mis colegas, que era gratis.

Todo cambió.

En menos de lo que imaginas, mis vicios se habían transformado.

Y yo también.

Pasé de ser el típico tío que te lleva al caos cuando sales (las novias de mis amigos me odiaban), al colega confiable al que puedes pedirle consejo y dinero, porque tiene sus asuntos en orden, en cuestión de 12 meses.

Muy loco.

Imagina lo que pensé cuando mi amigo Alexis me dijo, hace un año y pico ya, que estaba escribiendo un libro sobre dinero y que quería que yo fuera de los primeros en leerlo.

Casi lloro.

No tanto por ser uno de esos lectores-beta, que sí que es verdad que fue una suaaave caricia para mi ego, sino por recordar aquellos tiempos en los que no solo no tenía ni idea de cómo gestionar dinero, sino que para mí tener dinero significaba tener más cartuchos para meterle al revólver de la ruleta rusa a la que estaba jugando entonces.

Leí su libro.

“Esto va a ayudar a mucha gente”

Lo publicó un tiempo después.

“Cómo tener una vida de lujo”, se llama.

Y te digo algo:

Si tienes los 20€ que cuesta la edición de tapa blanda (10€ la edición digital) en Amazon, que es menos de lo que te gastas en comerte una hamburguesa con papas fritas en cualquier lugar donde la carne no sea basura, quieres aprender a construir una vida mejor gracias al dinero que tienes o al que empieces a ahorrar a partir de hoy, deberías ir corriendo a comprar tu copia antes de que te pongas a pensar en otra cosa, te olvides de esto, y sigas dejando tu seguridad financiera en manos del azar.

Yo tengo el mío aquí, en la mesa, mientras escribo esto.

He leído todo lo que se ha escrito sobre dinero.

(Hacerlo me salvó la vida)

El libro de Alexis Jota, mi amigo y economista (su historia personal es alucinante), es muy bueno.

Tan bueno que deberías echarle un ojo en este enlace, que es donde puedes leer una muestra y comprarlo.


PD: Algunos temas de los que se habla en el libro:

- Por qué el sistema de pensiones español no es sostenible 

- Qué hacer para sobrevivir a ese sistema de pensiones corrupto (imprescindible entender esto si vives en España y no quieres vivir en la miseria antes de lo que imaginas)

- Cómo descubrir qué es el éxito para ti

- Qué saber de los indicadores económicos para impresionar a los demás

- Cómo ahorrar cada mes para tener un millón dentro de 25 años

- Cómo valorar nuestro patrimonio como hacen los bancos (durante muchos años, Alexis fue directivo financiero)

- Cómo adaptar tus finanzas a tu edad

- Dando el salto de ahorrador a inversor



Leer este libro es como hacer un maldito MBA con especialización en Finanzas a precio absurdamente asequible.

Y a tu ritmo.

Se me ocurren pocas inversiones con mejor retorno que empezar a leer esto hoy.

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