Estoy creando la landing page de SOP y el asunto del blog me vino a la cabeza como posible titular de la página.

Puede que se quede.

No sé si me dará tiempo a terminar la página de ventas antes de que termine la oferta, porque aunque escribo blogs rápido como una bala, sí que tardo un poco más en escribir una landing page completa.

Cuestión de práctica.

En cuanto a los funcionarios:

No quiero que nadie que tenga un empleo público se enfade conmigo por lo que insinúo en el asunto de este blog. Yo mismo he cobrado del Estado durante 11 años; así que seguramente tengo mucho que callar aquí. Aunque, como la verdad hay que decirla entera, diré que se me ocurren pocos empleos en los que se echen más horas a la semana que las que yo echaba junto a mis camaradas de Infantería de Marina. Mes tras mes, años tras año. Allá por el 2007, pasé +200 días fuera de mi casa el mismo año, trabajando prácticamente 12-14 horas al día y cobrando menos de 1.000€.

Historias de la mili.

La cuestión es que, te guste o no, al menos que vivas en una cueva o la izquierda te haya lobotomizado, todos podemos estar de acuerdo de que el típico funcionario (ese que nos viene a la cabeza al escuchar la palabra, no vayas a responder al blog contándome el ejemplo de tu tío, que fue condecorado y elevado a Hijo pródigo de tu ciudad por su arduo trabajo como funcionario tipo ABCD1234, porque ni a mí me interesa ni tampoco viene al caso) no es que se deslome a currar.

Más bien lo contrario.

Puede que pienses:

"Que sí, David, que los funcionarios son unos flojos y por eso son funcionarios.

¿Pero cómo coño voy a ganar a mis competidores si me dedico a trabajar menos que uno de esos estómagos agradecidos?"

Tengo dos respuestas:

1. Aprendiendo a quitarte trabajo de encima eligiendo muy mucho en qué batallas meterte

2. Sabiendo exprimir cada momento que dediques al trabajo para sacarle lo máximo que puedas a tu esfuerzo

Es curioso que eligiera este asunto/titular para mi inminente página de ventas.

Porque estoy convencido de que quienes son “carne de SOP”, quienes pueden sacarle de verdad partido a esto, no quieren, precisamente, trabajar menos.

Quieren ganar más.

Crecer más.

Y no creo que tengan miedo de trabajar, porque la mayoría tienen muy claro el valor del sacrificio personal, de tomar decisiones difíciles y de llevarlas a cabo.

La mayoría son empresarios.

Gente que se la juega.

Lo contrario que un funcionario.

No quiero hacer sangre con esto, así que me voy a dejar de rollos y voy a ir a la oferta:

Aunque hace un par de horas ya se confirmó una de las plazas SOP que he abierto para estos días, aún hay espacio si quieres apuntarte.

Lo que dije esta mañana:

Si quieres apuntarte, o al menos saber un poco más de qué va esto de SOP, de marcarse mejores objetivos, aprender a no desviarte y darle caña (porque te voy a estar apretando a muerte) hasta que llegues a donde quieres llegar, lo mejor es que tengas una videollamada conmigo para que 1) veas que no soy un papanatas de internet (o descubras que sí lo soy y te puedas marchar sin remordimientos de esta lista), 2) me preguntes lo que necesites saber antes de pagar y 3) si ambos estamos de acuerdo, empezar a trabajar juntos.

La persona que me dijo que sí hoy a esa plaza se dedica al marketing digital y tiene retos durísimos por delante este trimestre.

Por eso quiere trabajar con alguien que le ayude a no dejar de exigirse cuando la cosa se ponga fea.

PD: Puede que hayas llegado hasta aquí porque alguien te ha recomendado mi newsletter. Te puedes apuntar gratis en el formulario de abajo.