He descubierto algo interesante leyendo las respuestas a la encuesta del otro día.

Bueno, más que descubierto, diría confirmado.

O reforzado.

This:

“Hay que tener a alguien de confianza que te vea desde fuera, y que no se corte, para que cuando digas capulladas sobre ti mismo, y sobre lo que puedes o no puedes conseguir, te saque del bucle”


En americano, a ese tipo de gilipolIeces las llaman “bullshit”.

Me encanta la palabra.

La traducción literal es "mierda de toro".

Las otras son “tontería”, “disparate”, “chorrada”.

La cuestión es que siempre he creído, y sigo pensando, y después de leer los comentarios de la gente que me lee, aún más, que por muy máquina, tío duro, seguro de ti mismo seas…

...es bueno que añadas en tu equipo a alguien que no permita que caigas en la trampa del "este es mi límite y de aquí no puedo pasar".

O en el de "es que esa persona sí, porque X, pero yo no, porque Y".

Y similares mentiras.

Para ayudar a combatir esto desde mi esquina, aprendí coaching y llevo cerca de tres años teniendo clientes que me piden ese servicio.

También te puede ayudar ir a terapia.

Aunque la verdad es que la mayoría de psicólogos no tienen ni pajolera idea de rendimiento, y mucho menos de cómo el rendimiento personal afecta al negocio, y menos aún sobre cómo tener éxito de verdad una disciplina concreta, porque lo más importante que aprenden en la Uni es a saber qué "etiqueta de loco" ponerte para saber cómo tratarte.

“¿Este será un TOC, o un Depresión, o un Ansiedad, o un TDAH no diagnosticado?”


Como adivinando qué muñeco de Inside Out 2 eres.

(A tus espaldas, entre colegas, es habitual que se refieran a ti como “el otro día vino un NOMBRETRASTORNO”, por si no lo sabías)


Ojo:

La mayoría de coaches tampoco tiene ni puta idea de nada, también te digo.

Y tanto los unos como los otros, en muchos casos hacen más mal que bien.

Pero volviendo al tema:

Si te dedicas a creerte todas las tonterías que te cuenta tu cabeza sobre lo que puedes o no puedes hacer, estás jodido porque nunca pasarás de donde estas ahora.

Por mucho que aprendas sobre marketing, ventas, negocio, o lo que te dé la gana.

Lo inteligente es buscar un remedio.

Un psicólogo bueno, un coach serio, un chamán que te funda los plomos a base de chupitos de ayahuasca, o con quien tú te sientas más cómodo, e, importante, que te ayude a producir los resultados que quieres.

Yo mismo tengo un pequeño equipo de personas que me ayudan a esto mismo.

Son tres.

Otro día te hablo de ellos.

Por ahora, aquí tienes un regalo que te hago, como tu entrenador accidental en diferido:

"No es que tu servicio aún no sea lo suficientemente grande/caro/valioso como para que tengas a otras personas que lo vendan por ti…

Es que aún no es lo suficientemente grande/caro/valioso precisamente porque no tienes a nadie más que lo venda".


Así funciona.

Tampoco es plan de meterte en modo "overkill" y ponerte a lanzar anuncios en Linkedin para fichar comerciales.

Son MUY difíciles de manejar.

Caros en tiempo y esfuerzo.

Y no sé si te apetece meter nóminas en tu coste con la que está cayendo a los empresarios en España.

(Y la que queda por caer, amigo mío)


Pero si aprendes el paso intermedio, que es localizar potenciales afiliados y ponerlos a vender siguiendo un modelo rentable para todo el mundo, la cosa puede arrancar.

La cosa = tus ventas.


No para que tú dejes de vender.

Sino para que vendas en otros niveles, de oportunidades más grandes, tranquilo, mientras sabes que de las "ventas de guerrilla" se está encargando alguien que solo cobra si vende.

Eso sí es valioso.

Resumen:

Si quieres hacer algo, olvídate de que eres demasiado nuevo, pobre, pequeño.

Para llegar a donde quieres, tienes que hacer las cosas que hacen los que ya están allí.

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